lunes, 28 de noviembre de 2016

Descubriendo la Cartagena Romana


¡Qué ganas teníamos de hacer esta excursión! Y es que llevamos todo el trimestre leyendo las aventuras de Gerónimo Stilton en Roma... ¡y nosotros tenemos todo un Imperio Romano en la ciudad!

Tengo que decir que esta es una de las excursiones que más me gusta hacer y siempre se me queda corta. Y, tras la visita... ¡creo que a ellos también les ha enamorado la Cartagena Romana! No es fácil mantener la atención de casi 4 horas de explicaciones y los chicos estuvieron atentos y preguntando hasta el final.

Pero vamos por pasos... Lo primero que hicimos fue visitar el Teatro Romano. Aquí hicimos una actividad en la que construimos lo que sería una ciudad romana de la época y... ¡Cartagena tiene tantas de esas cosas! Fuimos viendo cómo se llamaban los edificios en aquella época, aunque los chicos ya sabían muchas cosas gracias a nuestro ratón favorito.












Después de la actividad pasamos al Museo del Teatro Romano. En él están muchas de las piezas que se encontraron en las excavaciones del Teatro, además de una maqueta de cómo era.
Lo que más les gustó a los niños, los pilares con los tres dioses, Jupiter, Juno y Minerva... ¡y la leyenda de cómo nació Minerva de la cabeza de Júpiter! Por eso es la diosa de la sabiduría, claro...




Y sí, tras esto, llegó la hora de entrar al gran Teatro Romano. Ese primer pie en el lugar levantó muchas sorpresas, pocos se imaginaban que era tan grande. Ver las bocas abiertas de los chicos y sus manos en la cabeza de la impresión fue una gran satisfacción. ¡Qué cosas tan impresionantes hacían los romanos por entonces!







Después del impresionante Teatro Romano llegaba la hora del foro, que no lo era menos, y eso que aún siguen las excavaciones. ¡Y es que era tan grande! En el foro están las termas y un edificio destinado a celebrar banquetes de carácter religioso, el edificio del atrio, datado a finales del siglo I a.C. Además, claro está de las calzadas romanas, un cardo y un decumano. La guía nos explicó que en las termas había tres piscinas, una de agua caliente, otra fría y otra templada. Las dos últimas están excavadas, pero la caliente está justo debajo de la calle por la que llegamos a la puerta. Del atrio se conservan columnas y pinturas, además de un pequeño mosaico en el suelo.

También vimos a los arqueólogos trabajando en la recuperación del Templo de Isis, ¡esperemos que pronto esté abierto para poder visitarlo!











Por último, pero no menos interesante, visitamos la Casa de la Fortuna. Se trata de una casa romana, una domus, más concretamente, que era donde vivía la gente que tenía dinero. ¡Aquí si que tenían mosaicos super chulos! De hecho, se llama casa de la Fortuna porque en la entrada de la puerta, a modo de felpudo por algo así como "que la fortuna te acompañe". Atravesamos toda la casa y salimos a la calzada. Allí el guía nos contaba cómo vivían los romanos en Cartagena. Visitamos el lugar donde comían y dónde se reunía el cabeza de familia para tratar los temas importantes.






Y así terminaba nuestra visita por la Cartagena Romana, con tres grandes visitas a tres impresionantes lugar pero quedándonos con ganas de más. El tiempo pasó volando y tuvimos, como siempre, que salir corriendo hacia el tren porque se nos escapaba... Espero que los niños hayan disfrutado tanto como la seño, y que los papis, mamis y familia también lo hagan cuando vean y lean la excursión.

¡Hasta la próxima!

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